“No importa lo fácil o difícil que sea el camino, lo que importa es a dónde te lleve.”
Aparentemente un problema, un conflicto o una dificultad que aparece ante nosotros es un contratiempo, algo que quisiéramos evitar porque va en contra de nuestros deseos y nos complica la existencia. Eso hace que nuestra actitud ante ellos sea negativa, y por tanto hablemos en términos de pérdida. Sin embargo, si catalogamos los problemas como desafíos a resolver y los obstáculos como retos a superar, nuestra actitud ante ellos se vuelve positiva, y por tanto vemos las ganancias. No hay recompensa sin esfuerzo ni crecimiento sin dolor.
Cada día es un nuevo reto que nos invita a sacar lo mejor de nuestro interior para avanzar en el camino hacia nuestros sueños. A veces, un reto no superado o una meta no alcanzada lo contemplamos como un error o fracaso, sin embargo nos enseña grandes lecciones que no podríamos aprender de otra forma. Es por eso que no podemos alcanzar el éxito sin haber fracasado. Cuanto mayor es el reto, mayor es el crecimiento y el aprendizaje. El valor de un guerrero se mide por el rival al que se enfrenta.
Nuestro cerebro está programado para identificar las amenazas y huir de ellas, esa ha sido la clave de nuestra supervivencia como especie. Por eso es normal sentir miedo ante lo desconocido y desconfiar. Sin embargo, sin cambios no hay evolución, y si evitamos los desafíos también estamos evitando nuevas oportunidades. Toda situación complicada nos invita a cruzar un umbral y traspasar límites. Emprender es iniciar una aventura desconocida llena de retos, es un proceso de desarrollo personal.
Los retos, por tanto, son las situaciones que nos entrenan para convertirnos en la mejor versión posible de nosotros/as mismos/as, y nos ayudan a desarrollar 5 grandes habilidades de liderazgo:
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2 Comments
Totalmente de acuerdo contigo Emmna, todo lo que merece la pena requiere un esfuerzo por nuestra parte y pienso que siempre es más gratificante si lo que conseguimos nos lo hemos currado.
No siempre salen las cosas como queremos pero creo, al igual que tú, que la actitud adecuada es la de aprender de los fracasos. Al igual que podemos usar a nuestros mayores competidos o rivales para mejorar constantemente.
Creo que salir de nuestra zona de confort y ser autocríticos con lo que hacemos y cómo lo hacemos nos servirá para evolucionar más fácilmente y reducir la ansiedad ante situaciones como las que estamos viviendo hoy en día.
Un saludo. Muy buen post!
Gracias José por tu comentario, muy enriquecedora tu aportación 🙂