Te confieso que en muchas ocasiones me he puesto metas que no he logrado cumplir dentro del plazo marcado porque he tenido distracciones, imprevistos o contratiempos que me han apartado de ellas. Y para serte sincera, casi a diario me surgen desafíos disfrazados de escusas que me desenfocan y ponen a prueba mi compromiso con mis objetivos. Cuando eso ocurre me hago a mí misma la siguiente pregunta: ¿esta acción me aleja o me acerca a mis sueños?
El tiempo es el bien más preciado que tenemos los seres humanos y el mayor recurso para alcanzar nuestro propósito. Pero con frecuencia perdemos y malgastamos el tiempo sin ser conscientes de su verdadero valor. Estos son los 7 trucos más útiles de gestión del tiempo que he aprendido y que constantemente utilizo para priorizar y mantenerme enfocada en mis metas:
Haz continuamente ejercicios de visualización para mantener clara tu visión. Es fácil perder el rumbo en medio de la tempestad del día a día, y la visión de tu destino es el faro que te guía. Te ayudará hacer un mural de sueños, en el que a modo de collage pongas imágenes de tu vida ideal y frases que te inspiren, que puedes recortar de revistas, y tenlo colgado en la pared en un lugar visible.
Trasládate mentalmente a dónde quieres llegar y luego desanda el camino que has recorrido para llegar allí. Eso te ayudará a darte cuenta de que acciones has tenido que acometer por el camino y en qué momentos concretos. Piensa en tu meta a 10 años y en la persona en la que te has convertido, y pregúntate para llegar allí ¿qué tiene que haber ocurrido en 5 años? ¿qué obstáculos he tenido que superar? ¿qué recursos he necesitado? ¿quién me ha ayudado? Repite el mismo proceso en 3 años y en 1 año. Para potenciar tu imaginación puedes hacer el recorrido simbólicamente en el pasillo de tu casa. Esto te servirá para darte cuenta de lo que es verdaderamente importante para ti.
Algunas tareas de nuestro plan de acción requieren a su vez la realización de subtareas más pequeñas. Descomponer este tipo de tareas en diferentes piezas de tamaños similares como si de un puzle se tratara, te ayudará a planificar con más eficacia. Este tipo de acciones en cadena requieren una atención global a la vez que específica, y han de ser diseminadas como si de un proyecto se tratara. De esta forma podrás conocer en qué parte del proceso necesitas poner mayor atención y qué tareas puedes delegar. Algo que recomiendan los expertos es que aquellas tareas que se pueden hacer en menos de 2 minutos las hagas en cuanto las pienses, pues ponerlas en la agenda lleva más tiempo que hacerlas, y cuando son muchas se convierten en piedras en la mochila.
«Los pequeños actos que se ejecutan son mejores que todos aquellos grandes que se planean.» Séneca
Una de las cosas que más nos cuesta a las personas es decir que no a alguien cercano que nos pide un favor. Nos gusta estar disponibles y que los demás sepan que pueden contar con nosotros. Y si no estamos dispuestos para todo y para todos tememos que nuestras relaciones se deterioren. Pero esta actitud conlleva que se deteriore la relación más importante de todas, que es con uno/a mismo/a, pues continuamente ponemos nuestros propios intereses en segundo lugar, algo que pasa factura porque provoca insatisfacción y luego en el fondo nadie lo agradece.
Nuestra vida está dominada por nuestros hábitos. Y hábito es tanto lo que hacemos como lo que no hacemos, incluso lo que pensamos y sentimos. Si hicieras un balance de tus hábitos seguramente la mayoría de ellos no le aportan nada a tu vida, a lo sumo la mantienen como está. Esos hábitos conllevan la realización de tareas de bajo valor que no construyen tu visión, como por ejemplo ver la tele, chatear en redes sociales, ojear noticias sin interés, salir con amigos… Procura más bien que la mayoría de las tareas que acometes cada día sean de alto valor, es decir, que contribuyan a la creación de la vida de tus sueños.
Aunque lo tentador es que lo más complicado lo posterguemos dejándolo para más tarde o para mejor momento, no es lo más recomendable. Sobre todo porque hacerlo lo primero te ayudará a liberarte de la carga más pesada y hará que el resto del día lo afrontes con más ligereza y sensación de logro. También porque estas tareas más gordas y difíciles son las que más dedicación, concentración y energía requieren por tu parte. Por eso es recomendable hacerlas al principio del día y no cuando ya te puede el cansancio y te dominan las prisas.
Esperar a que los astros estén alineados para que todo confluya es la escusa más bonita para permanecer como estás. Las escusas tienen la misión de mantenernos dentro de nuestra zona de confort, que es donde aparentemente sentimos seguridad y tranquilidad, porque nos movemos en terreno conocido. La zona de confort no es que sea confortable, sino que es el área donde nos conformamos con lo que tenemos. Las escusas surgen por temor a salir al área desconocida y enfrentarnos a nuevos retos. Pero las grandes hazañas solo se consiguen afrontando desafíos y conquistando nuevos territorios.
Si aplicas correctamente estos 7 trucos te garantizo que además de priorizar y mantener el enfoque obtendrás otros muchos beneficios, como por ejemplo:
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¡Éxito y felicidad!
Emma García
1 Comment
Aprender es un proceso constante de descubrimiento que nunca concluye. Cada dia me lleno de conocimientos y gracias por tan útiles consejos.