La mayoría de las personas no han desarrollado la inteligencia financiera por el simple motivo de que hemos sido educados para encontrar un empleo o un autoempleo, es decir, para cambiar nuestro tiempo por un salario. Por tanto, hemos buscado la seguridad laboral porque hemos creído que la vida consiste en trabajar para abonar nuestras facturas y tener un mes de vacaciones al año. Para ello nos hemos formado, y al encontrar esa supuesta seguridad laboral nos hemos conformado. Erróneamente hemos pensado o nos han hecho creer que no necesitábamos saber nada acerca de cómo funciona el dinero, y por eso precisamente hoy tenemos la realidad que tenemos.
Lo cierto es que el sistema educativo no contempla en todo el ciclo académico una asignatura acerca de la inteligencia financiera, ni siquiera en la universidad nos enseñan las reglas del juego del dinero. Es más, la mayoría de los profesores que enseñan algo relacionado con la economía tampoco tienen libertad económica y viven con un sueldo de profesor, que es muy digno, y lo digo con todos mis respetos. Ellos también son víctimas de este sistema que nos condiciona, porque hay muchos intereses para mantenernos en la ignorancia financiera.
Tu situación económica actual es el resultado de tus convicciones. Como es lo que te han enseñado, lo que has escuchado y lo que has visto, crees que la única forma de ganar dinero es vendiendo tu tiempo, y crees que de acuerdo a tu formación y experiencia tu hora vale “x” y que tienes un tope. Has entrado en el mercado laboral con una idea predeterminada de lo que puedes llegar a ganar acorde a lo que tu crees, por ello es complicado que te muevas de esos parámetros financieros. Ganas lo que crees que el mercado laboral paga según tu titulación o preparación. Y eso normalmente suele ser similar o ligeramente superior a los ingresos de tus padres. Ese es tu termostato financiero, y a no ser que lo reprogrames nunca ganarás más de lo que te creas que te mereces y tienes derecho a ganar.
Hay muchas opiniones acerca de la riqueza y del dinero y del uso que a éste se le da que te han limitado y que, con total seguridad, han determinado tu estado financiero actual. Si tienes una idea negativa del dinero es complicado que acumules riqueza, puesto que ello te haría entrar en un conflicto de valores. Si quieres cultivar tu inteligencia financiera te sugiero que seas consciente de todas estas creencias limitantes que te condicionan, las cuestiones y las transformes en nuevas convicciones que te empoderen y te potencien económicamente.
Si piensas que solo hay que tener lo suficiente para poder vivir, seguramente has estado escuchando durante toda tu vida frases que has hecho tuyas, y que crees firmemente en ellas por que han ayudado a formar tu opinión. Las frases más comunes que te impiden desarrollar tu inteligencia financiera son:
Deshacerte de este tipo de credos es el primer paso para tener inteligencia financiera y libertad económica. Pero no es lo único.
«La inteligencia financiera consiste simplemente en tener más opciones.» Robert Kiyosaki
Ser inteligente económicamente hablando, es un proceso en el que si persistes podrás llegar a ser libre económicamente. Empieza ya a construir tu plan de acción hacia el éxito y la calidad de vida que deseas y mereces. Estaré encantada de ayudarte si los deseas.
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¡Éxito y felicidad!
Emma García
3 Comments
Claro y conciso. Muchas gracias. Besos!
Hola Emma,
Me parece muy interesante tu artículo y, para las personas que tienen vocación de emprendedor, indispensable. En lo que discrepo contigo es que lo planteas como un dogma universal. Hay personas que tienen claro que su prioridad no es el dinero, salvo el justo para cubrir sus necesidades básicas y poco más.
Conozco personas que trabajan en una empresa pública, tienen un salario “normal” y son razonablemente felices. Disfrutan de unas 16 horas al día para hacer lo que desean, que por supuesto no es consumir como objetivo. Disfrutar de su familia, amigos, de un libro, una película y a veces, de estar tirados en el sillón sin plantearse nada.
En cambio conozco a algún “triunfador” que su única felicidad se basa en tener los máximos proyectos y éxitos profesionales.
Estoy de acuerdo contigo en que las frases que has apuntado están ideadas para que estemos sometidos a las leyes un mercado que nos “aborrega”… Gana dinero y gástalo, pero si no tienes suficiente, consuélate con que el dinero no da la felicidad. Si ves que tu vecino está “forrado” piensa que más vale ser pobre, pero honrado y esto hará que tu envidia sea más llevadera. ¿Pero qué opinión tienes sobre la frase “no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita?
Un saludo,
Muy buena tu reflexión Javier. Pienso que la felicidad no está en el tener, sino en el ser, y cada uno ha de elegir el nivel de ingresos que le permite expresar todo su ser, para mi ese es el éxito, no el dinero. La riqueza solo es un medio. La clave de la frase que comentas desde mi punto de vista es el desapego, no necesitar no es vivir con lo justo, sino estar desapegado de lo que tienes, sea mucho o poco, porque nuestra fortaleza está en nuestro interior, no en nuestros bienes. Los grandes hombres y mujeres de la historia que renunciaron a una vida cómoda, como Buda, Gandhi o Santa Teresa de Calcuta, en realidad tenían la certeza de que nada les faltaría. Cuando Jesús le dijo al rico «déjalo todo y sígueme», según yo entiendo no le decía hazte pobre, sino confía en que conmigo no te va a faltar de nada, porque a mi lado vivirás en la abundancia, en una abundancia sin límites ni apegos.
Un saludo:)