«Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.» Paolo Coelho
A pesar de que el empleo es hoy una especie en extinción, aún pocas personas se plantean iniciar la aventura de emprender. Estamos en la era del emprendimiento, pero en nuestra sociedad sigue predominando la cultura del funcionario. Convertirse en emprendedor casi requiere tener super poderes. Nuestro sistema educativo, la sociedad y el núcleo familiar, han promovido los valores de seguridad y conformismo, ocupándose de enterrar los talentos particulares y de anular la creatividad individual. Se ha fomentado una cultura que castiga el error y coarta la libertad personal, y para cultivar el espíritu emprendedor es preciso perderle el miedo a equivocarse y no renunciar a la libertad personal.
Las estadísticas son abrumadoras, pues nos dicen que el 95% de las nuevas empresas no superan los cinco primeros años de vida. Es por eso que la creencia de que emprender es una locura está muy arraigada. El gran enemigo del emprendimiento es el miedo, y para ser emprendedor hay que vencer los miedos del emprendedor: al fracaso, al que dirán, al ridículo, a la soledad, al cambio, a la culpa, a lo desconocido, al éxito… Por eso emprender no solo es una opción, si no un proceso de crecimiento y desarrollo, de transformación personal. El éxito empresarial no depende de los títulos académicos ni universitarios, ni del conocimiento técnico, ni de la edad o el sexo, ni siquiera de los contactos. La gran diferencia entre las personas que triunfan y las que no, es la actitud y la mentalidad. Y para mejorar la una y cambiar la otra es requisito imprescindible formarse continuamente en habilidades de liderazgo y modelar a quien ha alcanzado aquello que buscas.
El primer factor del fracaso es no saber lo se quiere, ni personal ni profesionalmente, el segundo motivo es desconocer tu propósito de vida, y el tercero es, aún sabiendo esto, no hacer nada. El emprendedor(a) es quien ve oportunidades donde otros ven problemas, que busca soluciones y persevera en su empeño, es un(a) constructor(a) de sueños y tiene afán de superación. Ello no significa que no vea los riesgos, sino que los analiza y los asume porque aprende a controlarlos, se entrena en las habilidades necesarias para superar los obstáculos. Tampoco es un irresponsable que no teme equivocarse, sino que aprende de sus errores y se levanta cada vez que tropieza. Emprender es una filosofía de vida, es sentirte dueño(a) de tu vida, y la empresa es el vehículo para alcanzar tus sueños.
Gracias por leerme, si te ha gustado este post, por favor compártelo 🙂
¡Éxito y Felicidad!
18 Comments
Después de leer tu entrada, que me ha gustado, se más sobre el miedo que llevamos dentro y nos impide ponernos en marcha. Gracias por compartirlo.
Saludos.
Muchas gracias Emma, muchos somos conscientes de nuestros talentos pero pensamos que solamente son de adorno
Tienes razón Jaime, debemos potenciar nuestros talentos, es nuestra deuda con la vida y lo que nos permite ser nosotr@s mism@s.
Hola, al margen de que es un artículo lleno de tópicos (bastante ciertos), tengo que reconocer que me ha motivado; pero me gustaría saber… esa estadística (la del 95% de los cierres) de dónde la ha sacado?
Hola Daniel, la cifra por la que preguntas es la que los expertos comparten en conferencias sobre emprendimiento.
Hola Emma! Muy bueno el artículo, estoy totalmente de acuerdo contigo me ha gustado tu punto de vista. Pienso que si superamos el miedo al fracaso y confiamos más en nuestras propias capacidades todos podemos emprender algo.
1Abrazo
Gracias por tu aportación Iván.
Interesante lección. Trataré de recordarla en cada momento del camino. : ) Salu2
Hola creo que tiene mucha razón en su artículo, sin embargo considero que el camino del emprendedor no es nada sencillo ya que su servidor a tenido varios tropiezos al momento de emprender, los tropiezos te enseñan como mejorar el siguiente pazo.
A veces la teoría es buena pero la práctica hace al maestro
Saludos.
Completamente de acuerdo contigo, Edén.
El gran miedo a los emprendimientos viene con el sistema educativo, la mayoría de escuelas y universidades orientan sus materiales para que los estudiantes les brinden respuestas a las empresas más importantes. Entonces mentalmente hay una programación inconsciente a que es mejor ser un empleado, sumado a otros factores, porque los emprendimientos requieren una alta disciplina y voluntad. Lo cierto es que no todo el mundo la posee.
saludos!
Soy emprendedor de toda la vida, y en el camino cerré muchos proyectos porque fracasaron o no me sentí a gusto. Siempre seguí emprendiendo, porque es mi naturaleza y fui descubriendo que es un camino de auto conocimiento donde vas descubriendo muchos demonios tuyos. Nunca, hasta ahora, tuve éxito material estable, pero ya no me importa, mi verdadero capital es toda la rica experiencia de vida que fui y voy ganando.
Te felicito Emma, artículos como este motivan a muchas personas. Y es verdad que vivimos en una era para los emprendedores, pero hay que cambiar muchos paradigmas internos y sociales. Un saludo.
Gracias Guillermo por compartir tu experiencia,estoy de acuerdo contigo 🙂
Hola Emma,
Es muy motivador leer artículos así. Yo me he animado a emprender hace relativamente poco tiempo y el miedo era una de las cosas que me impidió iniciarme antes en esta vida.
Un abrazo.
Buenos días,
Leo sólo ahora este artículo, que me ha parecido interesante y también los comentarios de los lectores.
Es verdad que la sociedad y el sistema educativo europeo no motivan mucho a emprender y yo creo que fomentan mucho el miedo al fracaso al idealizar las carreras de los grandes empresarios (siempre se cuentan sólo los lados exitosos de su trayectoria, pero se obvian casi sistemáticamente sus tropiezos, que seguro que los tuvieron) y despreciar el fracaso.
Yo creo que la cultura anglosajona en esto tiene mucho que enseñarnos, porque en esos países los «tropiezos», lejos de esconderlos, los incluyen en el currículum, ya que consideran que es mejor haber intentado montar una empresa y no haber triunfado que no haberlo hecho, y además, lo que les interesa en esto es el aprendizaje que hayas sacado de ese no-éxito empresarial. Y creo que lo realmente importante es esto: el que si tu proyecto no sale tan bien como lo preveías, sepas ver el porqué para no repetir error la próxima vez, sepas aprender.
Y yo creo que deberían hablar también de las historias de grandes éxitos profesionales que nacen de supuestos fracasos, como por ejemplo el pegamento del Post-it, que era un fracaso porque buscaban un super-pegamento, no lo consiguieron fabricar, pero se convirtió en un exitazo de ventas posteriormente al aplicarlo a otro tipo de uso, como son esas notitas de papel que puedes pegar y despegar a antojo…
Saludos a todos, especialmente a los empresarios que no cesan en esta carrera constante de emprender. Bravo!!!
Gracias por tu comentario! Efectivamente hay muchas lecciones en los supuestos fracasos, y cuando las extraes puesdes transformar el fracaso en la semilla del éxito:)
Waoo. que facinada con esta pagina . buscaba algo asi.
Gracias Enma. por compartir de tus bondades y tus dones.
Gracias a ti, me alegro que te guste:)